La historia
de la reflexología podal se remonta a la antigüedad. Se cree que la
reflexología, la acupuntura y la moxibustión ya se practicaban en China hace
unos 5.000 años. Se vincula su origen a los maestros Taoístas,
virtuosos en artes sanadoras.
EN LA CHINA
En el año 2.698 a.C., los monjes exponen en el libro del Kong
Fou sus concepciones relativas a la higiene del cuerpo: el masaje figura,
aquí, en un buen lugar, asociado a los ejercicios físicos. Las ilustraciones
señalan la importancia dada al pie en el desencadenamiento de los reflejos
neurovegetativos.
En el
libro Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo, que se
escribió alrededor del año 1000 a.C, encontramos un capítulo sobre ‘Examinar el
método del pie’ que puede considerarse el comienzo de las discusiones
impresas sobre la conexión de la fuerza vital, los puntos y las áreas de los
pies. Así como
menciona la existencia se seis meridianos localizados en la pierna.
El Dr.
Wang-Wei en el siglo IV a.c.
practicaba la acupuntura y la reflexología. Se decía que presionando los puntos
reflejos de los pies durante unos minutos conseguía los efectos terapéuticos deseados, la energía
sanadora se movía.
En China, la antigua técnica se aplica hasta
el día de hoy, Hay escrituras muy antiguas de origen chino que detallan los
conocimientos acerca de este antiguo método en relación con los puntos reflejos
que se encuentran en determinadas partes del cuerpo.
EN INDIA
Sobre el año 5.000 a. c, se creía que
los pies eran símbolo de la unidad de todo el universo. En la LITERATURA VÉDICA los masajes
pódales se mencionan como parte de la relación entre el GURÚ Y EL DISCÍPULO. Los símbolos sánscritos de Buda eran
concebidos como expresiones de una realidad superior.
EN LA INDIA, el libro
del Ayur-Veda (siglo XVIII a.C.) texto sagrado dictado por Brahma a
sus discípulos, recomienda el masaje como medida de higiene corporal.
Alrededor del año 100 a.c. el budismo se
extendió de India a China generando un importante intercambio de
conocimientos, de la misma manera que el tránsito de monjes entre China y Japón
favoreció la introducción de la reflexología en Japón.
LOS
ANTIGUOS EGIPCIOS
Han dejado documentos que evocan el masaje
con fines terapéuticos e higiénicos con una especificación ya bien estructurada
de las diferentes maniobras.
De hecho, la documentación más antigua de la
existencia de reflexología se encuentra en la Tumba del médico ANKHMAHOR (2.500-2.300 a.C.) al
norte de la Pirámide del faraón TETI en SAQQUARA,
cerca de El Cairo.
Conocida popularmente como la “TUMBA DEL MÉDICO” debido a que contiene
bastantes relieves relacionados con temas médicos y terapéuticos.
En el jeroglífico, según la traducción de
JEAN CAPART (“Une rue de tombeaux a Saqqarah, premier volume, texte”), la
persona que recibe el tratamiento dice: “NO
ME HAGAS DAÑO” (“Ne me fais pas de mal”); ante lo que obtiene la siguiente
respuesta: “HARÉ LO QUE DESEAS,
PRÍNCIPE” (“Je ferais comme tu désires, prince”).
EN GRECIA
En la antigua Grecia los pies simbolizaban la
movilidad, la estabilidad, la seguridad, el alma. Hasta el año 200 d.c. mucha
gente se desplazaba al templo de DELFOS, santuario de veneración y sanación. (El oráculo de
Delfos, en el santuario de Delfos, fue un lugar de consulta a los dioses,
en el templo sagrado dedicado principalmente al dios Apolo.
Situado en Grecia, en la actual villa
de Delfos, De las rocas de
la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de
las fuentes más conocidas desde muy antiguo era la fuente Castalia, La leyenda y la mitología cuentan que en
el monte Parnaso y cerca de esta fuente se reunían algunas divinidades, diosas
menores del canto,
la poesía, llamadas musas junto
con las ninfas de las fuentes,
llamadas náyades. En estas reuniones
Apolo tocaba la lira y
las divinidades cantaban.)
Una de las prácticas era relajar los pies en
el agua salada de las piscinas de hidroterapia, se aplicaban masajes y
posiblemente reflexología podal. Después de la sesión se retiraban para evocar
recuerdos e interpretar los sueños.
En los SIGLOS
V A.C. después en Roma, Asclepíades, Heródico, Hipócrates, Celsio, Galeno,…
contribuyen con sus escritos a las terapias manuales. La Roma decadente de las
intrigas políticas y del circo despreciará este camino: el masaje no es
practicado más que en el marco de las termas, con una óptica higiénica con
fuerte connotación erótica.
Hipócrates, además de considerarse el padre
de la Medicina, se interesó profundamente por el masaje y sus efectos
terapéuticos. Consideraba que si las manipulaciones son enérgicas, pueden dar
solidez y fortalecer las estructuras trabajadas, tonificándolas.
Mientras que
si estas manipulaciones se realizan suavemente, pueden relajar y
descongestionar dando elasticidad a las estructuras. También habla en sus
escritos del sentido direccional que debe darse a las manipulaciones, deben
realizarse en sentido centrípeto.
En la Edad Media, la represión religiosa
frente al cuerpo, pone en tela de juicio esta terapia, juzgada como libidinosa.
Hubo que esperar la llegada
del Renacimiento para que de nuevo florezca el masaje y las terapias
manuales sacadas de los libros y escritos antiguos.
Fueron los árabes los que
mantuvieron las técnicas del masaje y perpetuaron la
tradición. Parece que
la palabra masaje procede del término árabe: “mass” que significa tocar con
suavidad.
Pero no es hasta muchos siglos después cuando
la reflexología llega a Europa. Se cree que Marco Polo tradujo un libro de
masaje chino al italiano en el siglo XIII, introduciendo así la reflexología y
el masaje en Europa. En 1582, el doctor Adamus y el doctor A’tatis publicaron
por primera vez en Europa un libro sobre un elemento integral de reflexología
llamado TERAPIA DE ZONA.
EN EL CONTINENTE AMERICANO
Encontramos referencias del uso de la
reflexología. Los CHEROKEES de
Carolina del Norte bañaban y aplicaban masajes en los pies como parte de una
ceremonia sagrada. Su creencia era que los pies, al ser nuestro contacto con la
tierra formaban parte de esa energía que fluye de ella. La nación CHEROKEE transmite estos conocimientos
sanadores a través del Clan del Oso.
Jenny Wallace, una mujer CHEROKE es un vivo ejemplo. Se crio en las montañas
Blue Ridge de Carolina del Norte. Dice que caminar sobre la Tierra nos
conexiona con el universo y que nuestros pies nos mantienen conectados a las
raíces de la vida misma. Practica la reflexología podal usando la
intuición y sus conocimientos ancestrales.
EL INGRESO A
OCCIDENTE
Ya en el siglo XVI, hay evidencia de informes
sobre el tratamiento de órganos internos mediante masaje y otros métodos de
masaje reflejos.
Un informe sobre el escultor FLORENTINO BENVENUTO
CELLINI (1500-1571), indica que trató estados de dolor agudo mediante
presión sobre los dedos de los pies.
No fue hasta finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX que la reflexología se hizo patente tímidamente en el
mundo Occidental. La resistencia que existe hoy a este tipo de terapias era aún
mayor por ese entonces, y fue con mucho esfuerzo que esta técnica se abrió paso
entre la medicina convencional.
IWAN P. PAULOW, junto a ALEXEI D. SPERANSKI,
explicó los reflejos y demostró que el sistema nervioso tiene en el desarrollo
de enfermedades un gran o destacado significado, desarrollando las bases
científicas de la Reflexología Podal.
El nombre de
WILLIAM FITZGERALD fue clave en este
proceso. El Dr. WILLIAM FITZGERALD (1872-1942) era un cirujano de oreja, nariz
y garganta, y comenzó a enfocar la medicina desde un nuevo punto de vista. Fue
el fundador de la Terapia Zonal (ZONE THERAPY), una forma inicial de reflexología
que se fue desarrollando con los años.
Varios siglos después, en 1917, en los
Estados Unidos, WILLIAM H. FITZGERALD, a quien se menciona frecuentemente como
el PADRE DE LA REFLEXOLOGÍA, escribió unas diez zonas verticales que
extendían la longitud del cuerpo. Fitzgerald encontró que la aplicación
de presión en una zona que correspondía a la ubicación de una lesión podría
servir como alivio del dolor durante cirugías menores.
El doctor William H. Fitzgerald
desarrolló la teoría de las terapias zonales, que dio origen a la REFLEXOLOGÍA PODAL EN OCCIDENTE tal y
como la conocemos en la actualidad. Fitzgerald se basó en la simplificación de los meridianos de la
medicina china. Así, dividió el cuerpo en diez zonas, de modo que lo que
sucede en un sector de esa zona afecta a la zona por completo.
Cabe destacar el trabajo de FITZGERALD fue
ampliado por SHELBY RILEY, quien desarrolló un mapa de zonas horizontales que
cruzan el cuerpo y un mapa detallado de puntos reflejos en los pies y las
manos. También sugirió puntos de presión en el oído externo.
Otra figura prominente en el desarrollo de la
reflexología fue EUNICE INGHAM, una fisioterapeuta que trabajó para
RILEY. En su investigación sobre los puntos de presión de la terapia de zona,
INGHAM descubrió que los pies son los más sensibles y sensibles. Desarrolló
los MAPAS DEL PIE y las tablas de
reflexología que todavía se usan en la actualidad e introdujo prácticas de
reflexología en la comunidad no médica en la década de 1930.
Para terminar, no podemos dejar de hablar de
PAUL NOGIER, quien registró en 1957 un mapa reflejo de puntos en el oído
externo. Su trabajo ha sido ampliado por OLESON Y FLOCCO. En la actualidad se
enseña como parte de un enfoque integrado de la reflexología de manos, oídos y
pies.
En base a varias observaciones, FITZGERALD advirtió que presionando
presión en las puntas de los dedos de las manos y pies, determinadas zonas del
cuerpo quedaban anestesiadas. En base a esta teoría Fitzgerald dividió el
cuerpo en diez zonas iguales desde la cabeza hasta los dedos de los pies, y
comprobó que aplicando presión en los dedos podía llevar a cabo cirugías
pequeñas sin que los pacientes sintieran dolor.
Por supuesto
que estas eran ideas altamente controversiales para la época, y lo mismo
ocurrió con las ideas de EUNICE
INGHAM. INGHAM fue una
fisioterapeuta que trabajaba en base a la teoría de Fitzgerald, pero que fue un
poco más precisa en su aplicación.
Según sus observaciones, se podía trabajar
más efectivamente en los pies que en las manos, y tras extensa investigación
elaboró un mapa del cuerpo entero en los pies. De esta manera y en base al
precepto de que “los pies son un espejo del cuerpo”, Ingham fue pionera en
la reflexología podal. Creó el Método Ingham, que es la base sobre la
que se asienta la reflexología occidental a día de hoy.
Ingham quedó fascinada por esta práctica
terapéutica introduciéndola en el hospital donde trabajaba.
Los resultados fueron muy alentadores ya que
los enfermos en los que aplicaba sus conocimientos, manifestaban reducciones de
dolor, mejora de movilidad y recuperación natural.
Eunice Ingham abandonó su trabajo en el
hospital para dedicarse por completo a la reflexología. Profundizó en su
estudio escribiendo en 1938 su obra
titulada "Historias que los pies pueden contar" y luego,
una segunda publicación con el título "Historias que los pies han
contado".
CENTRO INTEGRAL DE TERAPIAS NATURALES ReNaSer
Susi Acaguana Benavides
Naturopata - Acupuntor